​Salvaron a más de 130 osos de una vida de pesadilla, llena de abusos y en jaulas diminutas en vez de moverse en libertad por los bosques. Prisioneros entre rejas oxidadas y con cemento bajo los pies, en lugar de hierba. Hasta que llegaron al santuario, algunos ni siquiera sabían lo que era trepar a un árbol, esconderse del sol en los días calurosos o jugar con el agua lo suficientemente profunda como para darse un chapuzón...

Urs Libearty SanctuaryFoto: Hotnews