En un contexto de protestas en lo que Rusia considera como su zona de influencia, con manifestaciones en Bielorrusia y Kirguistán, Moscú apoyaba abiertamente al presidente Igor Dodon.

Vladimir PutinFoto: Alexei Druzhinin / TASS / Profimedia

La victoria de Maia Sandu augura "un descenso claro de la influencia rusa", declaró a la AFP el director ejecutivo del Instituto de Política Europea y de Reformas en Chisinau, Iulian Groza.

Sandu, que goza de prestigio en materia anticorrupción "hará avanzar las reformas" y podrá "defender los intereses nacionales mediante el diálogo con Rusia", añadió.

Formada como economista, Sandu trabajó para el Banco Mundial en Chisinau entre 1998 y 2005, y más tarde en Washington entre 2010 y 2012. Ministra de Educación entre 2012 y 2015, tuvo un breve periodo como primera ministra en 2019.

Con 3,5 millones de habitantes, y amputada de una parte de su territorio, Transnistria, hasta el 40% de su población emigró buscando mejores condiciones de vida.

Encajado entre Ucrania y Rumania, Moldavia vivió en 2015 un gigantesco escándalo de corrupción que supuso la desaparición de mil millones de dólares, el equivalente al 15% de su PIB, de las cuentas de tres bancos.

La candidata Sandu había dado la sorpresa en las elecciones presidenciales cuando llegó en cabeza a la primera vuelta gracias al apoyo de la diáspora, que se repitió en la segunda vuelta, consiguiendo el 92% de los votos de los moldavos que viven en el extranjero.