Los moldavos votan el domingo para elegir presidente bajo la atenta mirada de Moscú, que quiere la reelección del jefe de Estado saliente frente a los candidatos proeuropeos para que el país permanezca en su órbita, en medio de las crisis en las fronteras de Rusia, cuenta AFO.

Vladimir PutinFoto: Alexei Druzhinin / TASS / Profimedia

Esta antigua república soviética de 3,5 millones de habitantes situada entre Rumanía y Ucrania ha sufrido en los últimos años varias crisis políticas.

Las fuerzas favorables a un acercamiento a Rusia y los partidarios de una integración en la Unión Europea se han alternado en el poder, sin llegar a tener una mayoría clara.

"Vemos lo que está pasando alrededor de Moldavia (...) y esperamos que los moldavos aprecien en estas elecciones los esfuerzos del presidente en ejercicio para construir relaciones con Rusia", declaró la semana pasada el presidente ruso, Vladimir Putin, en un foro de debate en Moscú.

Rusia quiere "conservar la situación actual, porque este régimen está totalmente subordinado al Kremlin", asegura a la AFP Valeriu Pasha, experto del grupo de reflexión WatchDog Moldavia.

El presidente saliente Igor Dodon, un exministro de Economía de un gobierno comunista, promete "continuar con la cooperación beneficiosa con Rusia, el principal socio estratégico de Moldavia" y el aprendizaje obligatorio del ruso en el colegio.

Salir de la pobreza

Su programa no convence a Ion Enache, un jubilado de 62 años. "Mientras votemos por los socialistas, nunca saldremos del barro, de la pobreza", suelta en la calle principal de la capital, Chisinau, cuando un activista le ofrece un panfleto favorable a Dodon, del Partido Socialista (PSRM).

Ekaterina Radetskaya, una jubilada de 69 años, cree que el presidente, de 45 años, merece un segundo mandato de cuatro años: "Hasta ahora se le ha impedido aplicar su programa, de ahora en adelante será más fácil", estima.

La principal rival de Dodon es Maia Sandu, de 48 años, candidata de la oposición de centro derecha, que fue primera ministra moldava entre junio y noviembre de 2019.

"Voy a promover una política exterior beneficiosa para los moldavos y hacer avanzar a este país en el camino de la integración en la UE", declaró el miércoles en un video publicado en Facebook.

Para Gheorghe Istrate, de 59 años, que trabaja en una panadería de Chisinau, es la elección correcta para el país. "Hemos vivido 70 años bajo el yugo de Rusia (...), estamos hartos", dijo, refiriéndose al período en el que Moldavia formaba parte de la URSS.

¿Una "segunda Bielorrusia"?

Unos días antes de las elecciones en Moldavia, cuya segunda vuelta está prevista el 15 de noviembre, Moscú acusó a Estados Unidos de querer fomentar una revolución, siguiendo el modelo de Bielorrusia y Kirguistán, sacudidos por movimientos de protesta.

"Estados Unidos continúa interfiriendo sin freno en los asuntos internos de países amigos de Moscú (...), hoy vemos que los estadounidenses están orquestando un escenario revolucionario para Moldavia en noviembre", declaró, según un comunicado, el jefe del servicio de inteligencia exterior ruso (SVR) Serguéi Naryshkin.

Valeriu Pasha espera un escenario similar al de las elecciones presidenciales en Bielorrusia, donde el presidente Alexander Lukashenko, en el cargo desde 1994, fue reelegido para un nuevo mandato a principios de agosto. Su victoria, considerada fraudulenta por la oposición y Occidente, desencadenó un movimiento de protesta sin precedentes.

Desde hace unos tres meses, decenas de miles de personas protestan contra su régimen en Bielorrusia todos los domingos a pesar de la represión policial y las detenciones.

Ekaterina Radetskaya está "muy preocupada" por el riesgo de protestas en Moldavia tras las elecciones. "Necesitamos paz, es lo más importante", afirma.