Enfado monumental en las filas del opositor Partido Social Demócrata (PSD) de Rumania. Tres de sus parlamentarios socialdemócratas se ausentaron este lunes en la votación de una moción de censura presentada por su misma formación contra el Gobierno minoritario de centro-derecha, al que critica su supuesta mala gestión de la crisis de la covid-19 y la recesión económica, asestando así un duro golpe al nuevo líder del partido de centroizquierda, Marcel Ciolacu, máximo propulsor del voto de confianza.

Orban, la motiunea de cenzuraFoto: Guvernul Romaniei

"Ninguno de ellos está enfermo", espetó Ciolacu en cólera ante los medios de comunicación tras sufrir una humillante derrota en su primera prueba de fuego.

Tan sólo necesitaba 233 parlamentarios, la mitad más uno del total de los escaños en las cámaras de diputados y senadores, pero solamente acudieron 226 miembros. Ciolacu, quien fue encumbrado el pasado 24 de agosto presidente del PSD, alardeaba de disponer de hasta 250 votos de confianza gracias al apoyo de partidos minoritarios como Pro Rumania y Alde, pero también de la formación minoritaria húngara UDMR, para derrocar el Ejecutivo liberal de Ludovic Orban.

La mañana ya apuntaba nefasta para los intereses de la oposición. Ciolacu, que ejerce como portavoz de la Cámara de los Diputados, se vio obligado a pedir un receso de una hora con la falsa esperanza de que iban a llegar sus compañeros de partido a tiempo. Sin embargo, tres de ellos esgrimieron que no se sentían bien para desplazarse hasta el Parlamento.

La moción de censura acabó cancelada por falta de quórum. El primer ministro impugnó la votación ante el Tribunal Constitucional al alegar que se solicitara el voto de confianza durante las vacaciones parlamentarias. El tribunal anunciará mañana martes su decisión.

Por su parte, el presidente Klaus Iohannis calificó la votación como "tóxica" y acusó al PSD de "fundamentalmente corrupto".

Precisamente, se conoció este lunes una encuesta de opinión que otorga a los socialdemócratas la puntuación más baja de los últimos ocho meses.

Según los analistas, el voto de confianza pretendía dar más protagonismo a la formación socialdemócrata de cara a las elecciones locales en septiembre y las parlamentarias previstas para finales de año y obtener más rédito posible. ¿Una segunda moción? Un parlamentario socialdemócrata ya ha declarado que esta opción es poco probable.

Ojo que las mociones de censura son habituales en Rumania. El actual Gobierno del Partido Nacional Liberal (PNL) alcanzó el poder mediante este trámite en noviembre y cayó en febrero pasado a través de esta fórmula.

En cambio, la crisis sanitaria provocó que siguiera al frente del Ejecutivo, puesto que a casi ningún partido le gustaría afrontar la difícil situación causada por la pandemia del coronavirus.