El presidente de Moldavia, Igor Dodon, acusó el pasado viernes a la oposición de provocar una crisis económica en el pequeño país de la Europa del Este, después de que el Tribunal Constitucional decidiera bloquear el jueves el desembolso de un préstamo de 200 millones de euros por parte de Rusia que ha desatado una disputa política en uno de los países más pobres del continente.
Incrustada entre Rumanía, miembro de la Unión Europea, y Ucrania, que no pertenece a la familia comunitaria, la política moldava tiende a dividir a quienes favorecen lazos más estrechos con Occidente y a quienes buscan una alianza fuerte con Moscú.
El Gobierno está buscando financiamiento externo para apoyar su economía durante la turbulencia causada por la pandemia de la COVID-19, por lo que espera que el préstamo a 10 años pueda cubrir parcialmente el déficit presupuestario estatal de este año.
"La oposición está preocupada de que Moldavia reciba un préstamo de 200 millones de euros de Rusia. No son las condiciones las que les preocupan, ni algunos puntos del acuerdo, sino el hecho de que Moldavia recibirá el dinero", dijo Dodon, en una cuenta oficial de redes sociales.
"Les gustaría provocar una crisis, llevar a la gente a la calle y volver al poder por esta ola (crisis sanitaria)”, agregó el jefe de Estado.
La oposición dice que la motivación de Rusia para proporcionar el préstamo pasa sólo por apoyar al presidente pro-ruso Dodon, quien planea postularse para un segundo mandato en las elecciones presidenciales a finales de este año.
Sergiu Sirbu, un legislador del grupo proeuropeo opositor Pro-Moldavia, había solicitado al tribunal que bloqueara el préstamo, tras objetar algunas de las condiciones del crédito.
El acuerdo habría sido ratificado el jueves por el Parlamento, pero la decisión del Tribunal Constitucional de "suspender (el préstamo) en espera de una revisión sustantiva" hace que la fecha de desembolso sea incierta, ya que no está claro cuándo la máxima instancia judicial decidirá si el préstamo es legal o no.
