Con una tasa de paro nacional del 4%, algunas zonas de Rumanía sufren de una preocupante falta de mano de obra disponible. No sólo no hay paro estructural (el que podría considerarse en un nivel de 3-4% de la población activa) sino que, con tasas inferiores al 1%, directamente no hay paro y punto.

José Miguel ViñalsFoto: Hotnews

El principal motivo de esta falta de trabajadores es la emigración a otros países, mayormente a Italia, España y Alemania. Unos 4 millones de rumanos han emigrado, y el fenómeno no cesa. Pocos regresan.

¿Por qué marchan los rumanos? Las perspectivas salariales es uno de los motivos, pero ya no es el único ni mucho menos. Los últimos años han visto un importante crecimiento de los sueldos, garantizando un muy aceptable nivel de vida, pero a pesar de ello son muchos los que piensan en hacer las maletas o simplemente las hacen y se van. Según las encuestas, las razones para este éxodo tienen que ver tanto con la confianza que la población tiene en el futuro del país, incluyendo la clase política, la sanidad y la educación, así como con la visión del país como uno moderno o incapaz de evolucionar socialmente. Es evidente que la marcha de cientos de miles de rumanos jóvenes no va a permitir la regeneración social que Rumanía necesita: la gente mayor no piden cambios importantes, no quieren ver su mundo alterado.

Los efectos económicos de la marcha de tantos trabajadores tiene efectos perniciosos en muchas áreas (sociales, culturales, demográficos,…) entre las cuales se cuenta el área económica. Las empresas no pueden crecer; nuevas inversiones no llegan por falta de trabajadores, los ingresos fiscales se estancan o caen mientras aumentan el gasto social ligado a la atención a personas mayores.

Los sueldos, evidentemente, han subido con fuerza. Cuando no hay paro, el trabajador tardará minutos en decidir aceptar una oferta en que le paguen algo más. Sabe que el riesgo de quedarse enl paro es mínimo pues hay multitud de puestos disponibles. También provoca falta de interés por parte de algunos trabajadores en el desarrollo de sus tareas: aunque les despidan hoy, mañana empezarán en otra empresa. Y en todo caso siempre queda Alemania, que necesita y seguirá necesitando cientos de miles de inmigrantes para cubrir las bajas de su población activa menguante.

Las empresas industriales buscan trabajadores desesperadamente. Han descartado traer jóvenes de otras zonas del país: los forman y una vez formados emigran. Los representantes empresariales presionan al gobierno para que levante las restricciones a los trabajadores de países de fuera de la Unión Europea. Hay quien los trae desde el Sudeste asiático.

descărcareMientras tanto algunos países de Europa, entre ellos España, disponen de ciento de miles de personas en paro, muchas sin cobrar ninguna prestación, muchas de una edad que las empresas ya no quieren. Los mayores de 50 años no calificados saben que lo más probable es que no vuelvan a ser contratados en su vida. Hay muchas familias en las que nadie trabaja.

Timisoara necesita entre 20.000 y 30.000 trabajadores para cubrir la demanda disponible. Las empresas contratan a gente de cualquier edad con ganas de trabajar. Los sueldos varían de empresa en empresa, es cierto, pero muchas multinacionales ya superan los 700 €/netos al mes por 40 horas/semana, pudiendo llegar a 900 € o 1.000 € con horas o sábados. Sólo en la Comunidad Valenciana, por poner un ejemplo, hay más de 100.000 mayores de 50 años en paro. ¿Qué coste social supone para tanta gente verse rechazado por el mercado laboral? Hoy en día mucha gente está en perfectas condiciones físicas a los 50, a los 60 y a los 65 años. ¿Por qué dejar de sentirse útiles?. Hay vuelos directos baratos con España (Madrid, Barcelona, Valencia). Me cuesta creer que entre los cientos de miles de parados españoles no hubiera unos pocos miles dispuestos a vivir esta experiencia que sería, estoy seguro, gratificante.

¿Qué sentido tiene la Unión Europea si, cuando se detectan graves desequilibrios entre regiones de los países miembros, la solución consiste en buscar la solución fuera de sus fronteras en lugar de paliarlas internamente? ¿Cómo puede condenar a una parte de su población al paro, con lo que representa mental, social y económicamente, cuando tanta falta hacen esas personas en otro país de la Unión?

Timisoara 2Rumanía se ha vendido muy mal en el resto de Europa. Los estereotipos han distorsionado la opinión que muchos europeos tienen de este país. Nada que ver con la realidad. La Rumanía que yo conozco, la de las ciudades medias, es un país tremendamente seguro, agradable, bonito y con buena calidad de vida. Es cierto que no todo es perfecto, por ejemplo el frío puede llegar a ser intenso en invierno, pero las viviendas están perfectamente adaptadas. En general los españoles y resto de europeos que viven aquí enseguida se encuentran muy a gusto.

Propongo que parejas españolas en paro de larga duración vengan a trabajar a las fábricas de Timisoara por periodos de 1 o 2 años. Propongo que sean parejas por tres motivos: estabilidad emocional, doble salario, mayor facilidad para crear una comunidad española. Seguro que podríamos encontrar otras razones. Estas personas no se van a integrar fácilmente en la sociedad rumana, no van a aprender bien el idioma, no van a hacer muchos amigos rumanos. Pero es importante que tengan una vida social fuera de casa y del trabajo.

de esta comunidad. Una comunidad permitiría organizar excursiones, visitas, actividades deportivas, celebración de eventos,… Los trabajadores españoles (o italianos, o griegos en igual situación…) presentan otra ventaja sobre las personas de Asia, y es la similitud cultural. Aunque su objetivo no sea la integración total en Rumanía, no se puede negar que disponer de culturas tan cercanas como son las europeas entre sí representa una ventaja.

Esta propuesta la he presentado en numerosas ocasiones, tanto a las administraciones públicas como a las empresariales en Timisoara. No ha despertado demasiado interés. Me cuesta entenderlo. Teniendo en cuenta que hace años que las empresas se lamentan de la falta de trabajadores, no entiendo que no pillen al vuelo una solución tan sencilla, cercana y poco conflictiva. Las administraciones públicas tampoco se han mostrado muy activas al respecto, como si la falta de mano de obra – la parálisis empresarial, la despoblación de varias zonas, la limitación del crecimiento de ingresos fiscales,… – no fuese con ellas.

El único problema importante que dificulta la puesta en práctica de esta propuesta es la falta de alojamiento. Las familias invitadas deberían disponer de viviendas individuales, pisos de pequeño tamaño, por el que pagar un alquiler razonable, y donde no tuvieran que ocuparse de contratación o gestión de los servicios (agua, gas, electricidad, internet, seguro) ni compra de mobiliario o utensilios. Esto sólo es posible en bloques de viviendas que permitan desarrollar la idea de comunidad yuna gestión centralizada. La realidad es que estos bloques de viviendas no existen. Hay alternativas de fácil y rápida construcción tales como la construcción de viviendas en contenedores: 3 contenedores unidos proporcionan una superficie de 36 m2 y todas las comodidades. Estimo que la búsqueda de terrenos en concesión administrativa podría ser sencilla. Es la impresión que tengo tras mis conversaciones con varios alcaldes. Haría falta encontrar a los inversores (empresas contratantes, administraciones públicas, terceros…) decididos a invertir en un negocio que enseguida sería rentable.

El proyecto es viable y muy positivo para todas las partes: para los parados de larga duración, para las empresas en búsqueda de trabajadores, para las administraciones públicas española y rumana, incluso para la misma razón de ser de la Unión Europea y de un mayor conocimiento entre los pueblos que la componen.

José Miguel Viñals

Director General de Diagonal Consulting SRL (Via Rumania, http://www.viarumania.com)

Cónsul Honorario de España en Timisoara