Radu Mazare es uno de los más de 3 millones de rumanos que trabajan fuera de su país. Pero su caso es un poco diferente al de la mayoría de ellos. Primero comenzó a visitar la isla de Madagascar en el Océano Índico como una alternativa a su destino habitual de vacaciones en Brasil. "Me sentí increíblemente bien desde la primera visita en 2011", dijo a Euronews. Sin embargo, cuando decidió mudarse a la isla de forma permanente el año pasado fue otra característica de la isla lo que más le atrajo: el hecho de que Madagascar no tiene ningún acuerdo de extradición con su país natal, relata Euronews.

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Mazare, exalcalde de la ciudad portuaria de Constanta, en el Mar Negro, fue condenado a seis años y seis meses de cárcel por abuso de autoridad. En uno de los casos, se le acusa de vender terrenos municipales a precios infravalorados, con una pérdida total estimada para la ciudad de Constanta de 3 millones de euros.

Él rechaza las acusaciones, señalando que un tribunal de apelaciones le absolvió de los mismos cargos. Sin embargo, dice que no confía en el sistema judicial y, por lo tanto, busca asilo político en Madagascar.

"Mi situación actual es la de un solicitante de asilo en el país africano ya que no tengo ninguna posibilidad de recibir un juicio justo en Rumanía", dijo a Euronews a través de Whatsapp. "En Rumanía, el sistema de justicia está bajo el control del Servicio de Inteligencia", agregó.

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