El primer ministro de Rumanía, Mihai Tudose, dimitió este lunes después de que el gobernante Partido Social Demócrata (PSD) retirara su apoyo por divergencias con el hombre fuerte de su propia formación, Liviu Dragnea, acusado de corrupción.
“Me voy al Palacio Victoria -sede del Gobierno- para recoger mis cosas allí”, declaró Tudose a su salida tras la reunión del Comité Ejecutivo del PSD. “Puede que sea mi culpa. Así lo ha decidido el partido, lo asumo”, precisó Tudose quien añadió que el viceprimer ministro y ministro de Desarrollo, Paul Stanescu, será el nuevo jefe interino del Gobierno como máximo 45 días.
De los miembros del Comité Ejecutivo del PSD, 60 votaron a favor de la dimisión, cuatro en contra y cuatro se abstuvieron, siendo descartado Tudose en la votación.
“Fue una decisión larga con muchos aspectos que se han debatido y, al final, se sometió en el voto que dimitiera el primer ministro”, señaló Dragnea en rueda de prensa.
“Hubo muchos reproches. La conclusión general ha sido que no se puede continuar así porque existe un conflicto entre el partido y el Gobierno, pero también en el interior del Gobierno”, aseguró Dragnea, condenado a dos años de cárcel por fraude electoral.
Asimismo, el líder socialdemócrata anunció que el Comité Ejecutivo del PSD volverá a reunirse el martes para proponer un nuevo jefe de Gobierno, que deberá ser designado posteriormente por el presidente Klaus Iohannis, de quien cree que tendrá en cuenta la mayoría que goza su formación en el Parlamento.
“Estamos preparados para afrontar unas elecciones en cualquier momento, pero no creo que el presidente elija esta opción”, aseguró Dragnea.
Precisamente, esta decisión se tomó en la víspera de la visita histórica en Rumanía del primer ministro japonés Shinzo Abe, quien debería haberse reunido con Tudose en su gira por la Europa central y del este.
Tudose, que no quiso permanecer como primer ministro interino, firmó en su ya exdespacho la carta de renuncia que se dirigirá mañana a la Presidencia para que se convoque automáticamente la vacante del cargo.
Con su dimisión, Rumanía pierde su primer ministro por segunda vez en menos de siete meses, tras la renuncia de Sorin Grindeanu también por un conflicto con Dragnea.
Mientras tanto, el opositor Unión Salvad Rumanía (USR) lamentó que cayera el segundo gobierno en un año, instó al presidente a rechazar el nombramiento de un nuevo primer ministro a propuesta del PSD y sostuvo que la solución pasa por unos comicios anticipados.
