​El féretro con los restos mortales del antiguo rey Miguel I de Rumanía aterrizó este miércoles en el aeropuerto Otopeni, desde donde será traslasado hasta el Castillo de Peles, a 127 kilómetros de Bucarest, y donde permanecerá dos horas.

Principesa Margareta, Principele radu Duda si Printul Nicolae, la OtopeniFoto: Captura Digi 24

A su llegada al aeropuerto se celebrará una ceremonia militar a la que asistierán la heredera de la Corona rumana, Margarita, miembros de la Familia Real, representantes de la Presidencia, del Gobierno, del Parlamento, del Ejército y de la Iglesia Ortodoxa Rumana.

Este mismo día, el ataúd será transportado al Salón del Trono del Palacio Real de Calea Victoriei de Bucarest, donde quedará expuesto para que los ciudadanos puedan despedirse del último soberano de Rumanía.

El sábado 16 de diciembre se organizará una breve ceremonia religiosa y militar frente al Palacio Real, antes de que el cortejo fúnebre acompañe el féretro hasta la Catedral Patriarcal de Bucarest, donde se celebrará una misa.

Esa misma tarde, Miguel I será llevado en el Tren Real hasta Curtea de Arges y enterrado en la nueva Catedral Ortodoxa, donde ya reposa su esposa Ana, fallecida en agosto de 2016.

La Patriarquía anunció que, durante las ceremonias religiosas oficiales, se producirá tres momentos en los que sonarán al mismo tiempo las campanas de las catedrales, monasterios e iglesias de todo el país. El Gobierno rumano promulgó los próximos 14, 15 y 16 de diciembre como días de luto.