​‘Hawaii’ es la nueva película rumana del cineasta español Jesús del Cerro, en la que aborda con cierto toque humorístico la historia de una familia trabajadora de Bucarest en medio del terror instaurado por la policía política Securitate y las ansias de libertad durante el comunismo.

Jesus del CerroFoto: Ana Martinez

El largometraje, que se estrenará mañana en los cines de Rumania, narra cómo el abuelo (Vasile Florescu) recibe un herencia de tres millones de dólares de un hermano, que logró escapar del régimen conducido por el sátrapa Nicolae Ceausescu, en un época en la que poseer un dólar era suficiente para ser encarcelado.

“Diez años me ha llevado realizar una película que empezó todo con historias de compañeros durante el cesarismo ‘Ceausista’ y un recorte de un periódico que contaba cómo a un señor se le privó de una herencia porque en la Rumanía comunista no existía la propiedad privada”, señaló Del Cerro.

“Se plasma esa lucha por la libertad, trasladada a un sueño, más allá del dinero”, prosiguió el director madrileño durante la presentación de su sexto filme rumano, tras aterrizar en Bucarest hace once años para asesorar la grabación de la versión rumana de la serie Un paso adelante.

El actor rumano Dragos Bucur interpreta a Andrei (hijo de Vasile), el personaje principal que no se rinde en su intento de conseguir lo que les pertenece, a pesar de enfrentarse a la omnipresente Securitate, que lo investiga por trapichear con pequeños ‘lujos’ de ese periodo como podían ser la carne y el chocolate.

“Es el tipo de persona que no acepta el sistema porque solo se sustente a través del miedo y que se subleva contra las reglas cuando no son justas sino impuestas por los de arriba”, explicó a Bucur, uno de los intérpretes más conocidos de Rumanía, con más de treinta películas.

“Es un idealista, un incrédulo, un ingenuo y, probablemente, un loco, pero alguien que habría salido a la calle durante los días de la revolución”, prosiguió el actor en referencia a las manifestaciones que provocaron la caída del ‘Conductor’, como se le denominaba a Ceausescu, en la Navidad de 1989.

Como coprotagonista se encuentra Cristina Flutur, quien ganó el premio a la Mejor Actriz en el Festival Internacional de Cine de Cannes en 2012 por su papel en la película ‘Más allá de las colinas’ dirigida por el director rumano Cristian Mungiu.

Flutur juega el complicado rol de una mujer huérfana que intenta abrirse camino en el ámbito del espionaje dominado por hombres para adaptarse a una sociedad cruel, en la que los ciudadanos vivían bajo el constante miedo a ser delatados entre los unos y los otros para obtener favores del régimen. En el filme, una producción de Actoriedefilm.ro en colaboración con Studio Indie, se mezclan la acción y el amor, pero también el dinero que puede comprar si no la felicidad al menos la libertad de poder elegir ser feliz.

Pero, el toque cómico no le falta al largometraje pese a reflejar la cruda realidad de la época. Que se pudiera beber una Coca Cola, comer una hamburguesa o saborear un “verdadero” café estaban al alcance de unos privilegiados, cuando el resto de la población sufría de hambre. Para pagar la deuda externa en los años ochenta, Ceausescu sometió a su pueblo a una pobreza atroz: cortes de luz, sin calefacción y racionamiento de la comida.

“No he querido producir una película siniestra sino más bien realista; en la época también había amor y humor”, concluyó Del Cerro.