Según un informe de la empresa pública ELCEN, en 5 años, se deberán cerrar de las viejas centrales térmicas de la ciudad de Bucarest. Los expertos de ELCEN aseguran que la única solución que permitiría que Bucarest mantuviese su sistema público de calefacción y agua caliente en el futuro (n.r. en la ciudad también existen sistemas privados de bloques y apartamentos) sería la inversión en nuevos grupos generadores de energía térmica, publica el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), que recoge una noticia de stiripesurse.ro.

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Si no se realizan estas inversiones, después de 2023, de acuerdo con la legislación medioambiental, se generarán como máximo 370 Gcal/h (ciclo combinado en la CTE Bucarest Oeste y los dos CAF de 100 Gcal/h cada uno, que se encuentra en proceso de modernización tecnológica), lo que es mucho menos de lo que se necesita para cubrir la demanda. La empresa ELCEN está en proceso de reestructuración bajo la administración judicial de KPMG Restructuring SPRL.

Si el plan de inversiones no se aprueba, en 2023 Bucarest se quedará sin el 90% de su capacidad de generación de energía térmica pública. ELCEN necesita unas inversiones cifradas en 600 millones de euros. Actualmente la capacidad máxima de generación de energía térmica de ELCEN es de 1.600 Gcal/h. La mayoría de sus centrales térmicas de Bucarest son anticuadas y no respetan las normas medioambientales de la Unión Europea.