El Instituto que investiga los crímenes del comunismo de Rumanía presentó el jueves una denuncia ante la Fiscalía por presunto maltrato en centros médicos que habría causado la muerte de al menos 771 menores durante la dictadura.

Radu Preda, fost presedintele executiv al IICCMERFoto: Facebook/ Institutul de Investigare a Crimelor Comunismului

"El régimen de vida -de los hospitales de Cighid, Pastraveni y Sighetu Marmatiei-, provocó la muerte de al menos 771 menores", señaló Radu Preda, presidente del Instituto de Investigación de los Crímenes del Comunismo (IICCMER), en una rueda de prensa en Bucarest.

Los testimonios recogidos de los internos relataron que sus centros "se caracterizaban por la mala alimentación, las pésimas condiciones higiénico-sanitarias, la falta de ropa, el frío y la ausencia de asistencia médica, además del aislamiento”.

En el centro hospitalario de Cighid se registraron 138 fallecimientos entre el 1 de octubre de 1987 y el 26 de marzo de1990; en Pastraveni, 394 muertes resulataron confirmadas entre el 1 de octubre de 1966 y el 30 de abril de 1990; y en Sighetu Marmatiei fueron 239 fallecidos entre el 20 de enero de 1973 y el 31 de diciembre de 1991.

Según Preda, el número real de las víctimas resulta difícil de estimar, pero cree que supera las 10.000 personas tanto supervivientes como muertos en estos tres centros para menores que el régimen consideraba "irrecuperables".

En la rueda de prensa estuvo presente Izidor Ruckel, uno de los niños internados en el centro de Sighetu Marmatiei, que fue adoptado en 1991 por una familia estadounidense.

"Solo en mi institución la mayoría de los niños se enfermó física y psíquicamente, no porque estuvieran enfermos, sino porque crecieron en el centro", explicó.

"Los niños que tomaron medicamentos en lugar de curarse fueron infectados o se pusieron cada vez más enfermos y, en muchos casos, condujeron a la muerte debido a la medicación", contó Ruck.

Se trata de la primera denuncia contra los siniestros orfanatos comunistas.